REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
MÉRIDA ESTADO MÉRIDA
Clases desde el 18 hasta el 20 de Octubre 2010
Autor:
Br: Hackseng José Ballén González
C.I:
20.531.683
Mérida, Octubre de 2010
Hueso esfenoides
El hueso esfenoides es un hueso impar (debido a la articulación sínfisis que está entre las alas menores) situado en la parte media de la base del cráneo que forma parte de la estructura interna profunda de la cara, de las (fosas nasales) y del propio cráneo. En él se encuentra la silla turca donde se aloja la hipófisis.
Se encuentra entre la porción horizontal del frontal, la porción basilar del occipital, y las porciones escamosa y petrosa del temporal. Presenta un cuerpo, central, dos alas mayores y dos alas menores.
Cuerpo
De forma cúbica, ocupa la parte central del hueso esfenoides. Aloja a los dos senos esfenoidales (recubiertos de mucosa y separados por un tabique).
Cara Superior
Presenta primero, desde donde se empieza a describir, en la línea media una cresta (cresta esfenoidal) que articulada continúa a la apófisis crista galli y que termina en una punta llamada proceso etmoidal del esfenoides, o espina etmoidal, por su articulación con este. A los lados de esta cresta existe una superficie lisa semicóncava, el yugo esfenoidal; en él se articula la lámina papirácea del etmoides.
Después del yugo se observa el canal óptico esfenoidal, o surco quiasmático, que es donde se aloja el quiasma (estructura resultante del entrecruzamiento de los nervios ópticos: el derecho envía la información a la región occipital izquierda y viceversa). de los nervios ópticos terminando en ambos lados con unos agujeros llamados agujeros ópticos y atrás con el tubérculo pituitario y sirve de límite anterior para la silla turca, o fosa pituitaria, donde se aloja la hipófisis, que está situada dos centímetros por delante y dos por encima del meato auditivo interno. Dorsalmente (posteriormente) la silla turca está limitada por la lámina cuadrilátera del esfenoides (o dorsum sellae), que en sus ángulos superiores presenta unos salientes denominados apófisis crinoides posteriores.
Cara Inferior
Lleva en la línea media la cresta esfenoidal inferior, muy saliente en su parte delantera, donde se continúa con la cresta esfenoidal anterior, formando el pico del esfenoides. La cresta inferior se articula con el borde superior del vómer que tiene forma de ángulo diedro y se constituye así el canal esfenovomeriano medio, comprendido entre la cresta y el fondo del canal vomeriano. A los lados de la cresta inferior existen unas superficies lisas de forma triangular con base interna, que forman la parte más posterior del techo de las fosas nasales. Más hacia afuera se desprenden hacia abajo
Alas menores
Surgen de la parte antero-superior de cada lateral del cuerpo del esfenoides, en dirección casi horizontal. Forman la parte posterior de la fosa craneal anterior, la región postero-medial de las órbitas, el techo de las fisuras orbitarias superiores, y del canal óptico. La unión de las alas menores con el cuerpo se denomina cresta esfenoidal y sus extremos mediales forman las apófisis crinoides anteriores.
Alas mayores
Parten de ambas caras laterales del cuerpo del esfenoides, dirigiéndose primero lateralmente y luego hacia delante y hacia arriba. Forman parte de la fosa craneal media, de la región postero-lateral de las órbitas, de la parte inferior de las fisuras orbitarias superiores y de la mayor parte de las fisuras orbitarias inferiores. Presentan varios orificios, como el oval, el redondo y el espinoso, puntos de paso de vasos y nervios.
Importancia del esfenoides en la evolución humana
Estudios recientes sugieren la hipótesis según la cual los cambios (por mutación) de la posición del esfenoides han implicado transformaciones en la capacidad cerebral y, transitivamente, avances en las capacidades cognitivas e intelectuales.
Dentro de la línea filogenética que desemboca en el Homo sapiens se periodizan las siguientes etapas:
Dentro de la línea filogenética que desemboca en el Homo sapiens se periodizan las siguientes etapas:
- Hace 60 millones de años los prosimios tenían un esfenoides horizontal y plano como la inmensa mayoría de los demás animales con cerebro.
- Hace unos 40 millones de años, en los simios el esfenoides tenía una primera inclinación hacia abajo lo cual permitía un aumento de la capacidad encefálica. Los lóbulos occipitales obtuvieron más espacio y así se logró un perfeccionamiento de la visión estereoscópica y probablemente de la memoria visual.
- Hace menos de 12 millones de años se produjo una nueva inclinación hacia abajo, esto en la línea evolutiva dio origen a los antropoides, lo cual implica un cerebro aún mayor en proporción al resto del cuerpo.
- Hace unos 6 millones de años, con los Australopithecus, la inclinación del esfenoides se volvió a acentuar, y con ello se incrementó la capacidad neurocraneal.
- Hace 2 millones de años se produjo la misma inclinación hacia abajo del esfenoides, coincidiendo con un total bipedismo. Tal bipedismo, supone la necesidad de un cerebro voluminoso con redes neuronales complejas como para mantener esa posición opuesta a la gravedad. Es también probable que esa nueva posición del esfenoides permitiera un habla rudimentaria, cuyos fonemas eran chasquidos y tonos guturales.
- Entre 200.000 y 160.000 años atrás el esfenoides obtuvo la inclinación que se encuentra en el Homo sapiens. Este hecho coincide con un aumento de la capacidad cerebral, (en especial de los lóbulos frontales) y una mayor irrigación sanguínea para el cerebro.
Ciclo de la mujer
Si tomamos como ejemplo un ciclo ideal de 28 días, en el ovario se diferencian tres fases: folicular (predominan la secreción de estrógenos) y se extiende desde el primer día de menstruación (primer día del ciclo) hasta el día 10 del ciclo. Le sigue la fase ovulatoria del día 11 al 14 del ciclo (se produce el pico de secreción de la hormona luteinizante, previo a la ovulación). Una vez que la mujer ovula, se expulsa el óvulo hacia la Trompa de Falopio, donde puede ser fertilizado por el espermatozoide. En el lugar del ovario por donde es expulsado el óvulo, se forma una zona llamada cuerpo amarillo, donde se producen grandes cantidades de progesterona, que preparará el endometrio (capa interna del útero) para que anide el embrión, en caso que se produzca el embarazo. A esta última etapa se la llama fase luteínica (predomina la secreción de progesterona), y dura entre 10 a 14 días.
El ciclo de la mujer de 28días se divide en 5 fases.
1. Fase Ovulatoria
2. Fase Post-Ovulatoria
3. Fase Pre-Menstrual
4. Fase Menstrual
5. Fase Post-Menstrual
Que es Lúdico (juego)
El juego es una actividad que se utiliza para la diversión y el disfrute de los participantes, en muchas ocasiones, incluso como herramienta educativa. Los juegos normalmente se diferencian del trabajo y del arte, pero en muchos casos estos no tienen una diferenciación demasiado clara.
Normalmente requieren de uso mental o físico, y a menudo ambos. Muchos de los juegos ayudan a desarrollar determinadas habilidades o destrezas y sirven para desempeñar una serie de ejercicios que tienen un rol de tipo educacional, psicológico o de simulación. El niño (a) aprende jugando.
Quienes eran los Mayas
Lo primero que se sabe de los mayas es del año 600 a.C., tiempo en el que aparecieron simbologías talladas en piedras. En el 300 d.C., comienza el desarrollo de los mayas, seres que dedican su vida a estudiar y registrar la galaxia. Los mayas construyeron sus maravillosas ciudades, sus lugares ceremoniales y sus pirámides al Sur de México, en la provincia del Yucatán, Honduras y Guatemala. Dejaron gravados en la piedra sus mensajes de tiempo, del recorrido del SOL, de la Luna, de Venus y el camino para que la humanidad se dirija hacia el crecimiento de la LUZ y la Nueva Era, no hacia el materialismo y la autodestrucción.
Después de casi 600 años de intensa actividad constructora y de un asombroso desarrollo científico en el año 830 d.C., todo el pueblo maya desaparece de manera voluntaria y consciente. Abandonan sus ciudades, sus casas, sus templos ceremoniales en el momento de mayor desarrollo de su civilización, dejándolos intactos y poco a poco son devorados por la selva. Quedan algunos custodios a cargo de lo abandonado, supervisores de la herencia que nos dejaron.
Tras 200 años aproximadamente desde el abandono, la mayoría de sus ciudades desaparecen entre la selva y algunas de ellas son repobladas nuevamente. En el año 940 d.C., el Rey tolteca llamado como “Serpiente de Luz Emplumada” conduce a su pueblo hacia el sur, huyendo de la invasión bárbara de los chichimecas del norte, que habían destruido su capital, TULA. Los toltecas ocuparon nuevamente algunas de las ciudades mayas abandonadas haciéndolas renacer, pero nunca llegan a la mismos niveles de desarrollo. La época maya-tolteca dura desde el año 1000 al 1350 d.C., cuando comienzan a desaparecer lentamente. En el año 1500 d.C., cuando llegan los conquistadores, la mayoría de sus ciudades están nuevamente cubiertas por la selva y para el año 1700 lo poco que queda de ellos ya no existe. De las investigaciones sobre las ruinas de sus ciudades, del estudio de las fechas y los números tallados en sus muros, de su exacto calendario, de sus códices y libros sagrados, están reapareciendo conocimientos y se están descifrando sus misteriosos mensajes de alerta y esperanza.
La palabra MAYA viene de “MAYAB”, que significa: “sitio del planeta Tierra llamado Yucatán”. Para los hindúes la palabra MAYA significa ILUSION; MAYA también significa Mente, Magia y Madre. “MAYA, MAYAA y MARIA” son una misma palabra y curiosamente la madre de Buda se llamaba MAYA y la madre de Jesús se llamaba MARIA. Nuestro mes de MAYO lleva el nombre de la diosa romana MAYA; la Diosa de la Primavera, del Florecimiento. En la filosofía esotérica la palabra MAYA representa a una mente que se libera del cuerpo para moverse a grandes distancias con plena consciencia.
Origen del 0
La creación de reglas para escribir las cifras trajo consigo un problema pues, ¿cómo representar aquellas cantidades que exceden la cantidad permisible de barras y puntos? Para resolverlo, los sabios olmecas recurrieron al concepto del orden. Pero este no hubiera sido posible si, paralelamente, no hubieran resuelto otro problema: la representación del cero.
El origen del cero es uno de los grandes enigmas de la civilización. Debido a que alude a la nada, resulta difícil de entender y, más aún, de representar. Como afirma el investigador Eric Thompson,
“(El cero) fue un descubrimiento de capital importancia. Pero, que no fue tan obvio como se cree a primera vista, queda evidenciado por el hecho de que no lo hizo ningún pueblo del mundo occidental. Aún los grandes filósofos y matemáticos (de Grecia y Roma) jamás encontraron este medio tan simple, que hubiera facilitado sus laboriosos cálculos. En Europa no se conoció hasta que les llegó a nuestros ancestros por medio de los árabes, quienes lo habían tomado de los hindúes.” (Grandeza y decadencia de los mayas)
Aparentemente, tanto el sistema de órdenes como el cero derivan del calendario. A diferencia de otros sistemas cronológicos de la tierra, el calendario de Anawak no era lineal, sino circular; por lo tanto, no tenía un punto de partida absoluto, sino que se basaba en una serie de ciclos que se interceptaban, formando ciclos mayores, hasta abarcar prácticamente la eternidad.
Esos ciclos tenían una estructura vigesimal. Ello significa que, al representarlos gráficamente, el resultado automático era una secuencia ordinal de cantidades. No debió pasar mucho tiempo antes de que los sabios olmecas se dieran cuenta de que este sistema era útil, no sólo para contar unidades de tiempo, sino también para otras operaciones. Así surgió el primer cero matemáticos de la historia o, mejor dicho, el primer cero cronológico, pues su función, al principio, no era enunciar una ausencia absoluta, sino una conclusión de ciclo.
El glifo empleado para expresar este concepto fue una flor de tres pétalos, abreviación de un signo anterior en forma de flor de cuatro pétalos que representaba los rumbos cardinales. Parece que tal emblema cosmogónico, de un origen muy antiguo, se asoció de alguna manera con los ciclos y terminó aplicándose a las cuentas calendáricas para expresar el completamiento de las unidades de un orden vigesimal.
Aunque en los textos académicos y de divulgación se afirma que el cero sólo fue conocido por los olmecas y mayas, lo cierto es que el glifo de la flor trilobulada aparece en monumentos de todo el Anawak, siempre relacionado con el calendario y la astronomía (1). Un ejemplo de ello es el conocido relieve mexica llamado Calendario Azteca o Piedra del Sol, en cuya zona central hay una rueda con los 20 signos del calendario. Lo notable es que el último ellos fue diseñado a modo del cero “maya”, tal como cabría esperar de su posición al final del ciclo. Dicha disposición transforma a los primeros 19 signos de la rueda en cifras, lo cual es de gran utilidad para calcular las fechas.
“Anawak”, Etnia Mexicana.
Hermafroditismo
Se da cuando un mismo individuo tiene los aparatos sexuales masculino y femenino o un aparato mixto, pero capaz de producir gametos masculinos y femeninos a lo largo de su vida. Algunos producen gametos ya fecundados (como los corales).
Fecundación cruzada
Aunque los seres vivos hermafroditas producen los dos tipos de gametos, rara vez se fecundan así mismos. Si se exceptúa algún caso, como las tenias (es un género de platelmintos parásitos de la clase Cestada), que sí pueden auto fecundarse (de todas formas esta fecundación nunca se produce en el mismo aparato reproductor, dos proglótides se unirían para la fecundación), los restantes hermafroditas necesitan la colaboración de otro congénere para reproducirse. En las plantas sucede lo mismo, pues aunque muchas flores poseen los dos sexos, los gametos maduran a distinto tiempo, por lo que se requiere una polinización cruzada para llevar a cabo la fecundación.
Hermafroditismo y humanos
Existen diferentes casos que son similares al hermafroditismo en la especie humana. Uno de los casos más famosos fue el de Herculine Barbin. El término más correcto para referirse a una persona con estas condiciones es intersexual. El síndrome de Klinefelter produce individuos con intersexo.
El término médico hermafroditismo verdadero se aplica a los casos con gónadas de ambos sexos en distintas proporciones, ya que en algunos casos contienen folículos ováricos y túbulos seminíferos en la misma gónada (ovotestis). No obstante, raramente se ha constatado en humanos la capacidad de producir óvulos y espermatozoides al mismo tiempo, ya que típicamente uno de los dos tipos no se desarrolla correctamente. Se trata, en todos los casos de condiciones patológicas.
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